La Leishmaniosis es una enfermedad cada vez más extendida. Da síntomas variados y puede pasar desapercibida, mimetizándose en otras patologías.

En este post resolveremos todas las dudas más frecuentes sobre esta enfermedad parasitaria.

 

La causa un parásito microscópico (Leishmania infantum) que se transmite entre animales por la picadura de un flebótomo (un insecto parecido al mosquito).

Por desgracia es una enfermedad prácticamente endémica en España y en la mayoría de los casos, crónica durante la vida de la mascota.

 

Puede afectar a multitud de órganos, como por ejemplo la piel, los riñones, los ojos, las articulaciones...

A nivel de analítica sanguínea puede dar alteraciones en riñón, hígado, cuadros de anemia...

Muchas veces sólo se empieza apreciando cierta apatía del paciente o lesiones en piel, por ejemplo.

El riesgo añadido es que es una enfermedad ZOONÓTICA, es decir, que se transmite al ser humano. De ahí la importancia de mantener a nuestras mascotas bien protegidas.

 

Si tenemos sospecha y el paciente tiene síntomas, deberemos realizar una analítica completa de sangre y una analítica específica para mirar si es positivo o no a la enfermedad y en qué medida.

En un animal sano se puede realizar un test en la clínica que nos permite saber, con una gota de sangre y en 10 minutos, si es positivo o no.

 

Sí, existe tratamiento específico. De momento se combinan inyectables con comprimidos vía oral. Se trata de tratamientos crónicos en la gran mayoría de pacientes y requiere chequeos frecuentes para realizar un buen control.